Cómo cultivar hasta tres plantas de marihuana en un balcón, terraza o jardín

Si vives en lugares tolerantes con la marihuana como Alemania, donde ya es legal el autocultivo de hasta tres plantas, y consumes cannabis con regularidad, es probable que se te haya pasado por la cabeza la idea de cultivar el tuyo propio. Se trata de una de las experiencias más placenteras que jamás hayas vivido y, una vez que lo hayas logrado, probablemente querrás hacerlo una y otra vez. Porque no solo es gratificante, sino que también es muy fácil si sabes cómo.

Si estás interesado en cultivar tu propia marihuana, no necesitas de una gran infraestructura ni de costosos equipos para hacerlo. Puedes plantar una, dos o tres plantas de marihuana en tu casa de una manera barata y sencilla para conseguir una cosecha más que decente. Así que si estás listo para aprender a cultivar tu propia hierba, estos son los factores que tendrás que tener en cuenta y las preguntas que deberás hacerte para llevarlo a cabo.

¿Interior o exterior? Esa es la cuestión

Lo primero que debes saber es que el cultivo en exterior varía mucho del cultivo indoor. En interior, tienes la oportunidad de cultivar durante todo el año. Sin embargo, el cultivo de cannabis al aire libre obliga a los cultivadores a pensar en las estaciones, los entornos y los períodos de luz del día para garantizar que las condiciones sean las adecuadas para obtener resultados de primer nivel. Afortunadamente, el cultivo de marihuana en exterior tiene una serie de grandes beneficios:

• Es mucho más barato: no es necesario el uso de electricidad ni una automatización específica del ciclo de luz. Las plantas reciben energía del sol y aireación del viento.
• Es mucho más sencillo: no hay controles manuales sobre el clima con deshumidificadores, ventiladores, sistemas de aire acondicionado, etc.
• Es mucho más rentable: no hay restricciones de espacio ni control de olores, lo que significa que las plantas pueden crecer más de lo normal, dándote más por menos.

Pero al cultivar cannabis en exterior, tendrás que ser consciente del hecho de que las plantas serán más susceptibles a las plagas o a las fluctuaciones de temperatura o humedad. Así que lo principal es encontrar el lugar perfecto para hacerlo.

¿Dónde funciona mejor el cultivo de cannabis de pocas plantas?

Dependiendo de tu ubicación exacta o del tipo de vivienda en el que residas, deberás considerar algunos factores, como la privacidad, el acceso a la luz solar, la accesibilidad para el mantenimiento o la seguridad.

Por ejemplo, si vives en un apartamento sin balcón, podrías incluso cultivar en el alfeizar de una ventana. Los porches, balcones o terrazas sirven como lugares ideales por su naturaleza natural de bloqueo del viento, a menos, por supuesto, que estés en un edificio de gran altura donde este viento puede ser más fuerte. Mientras que los patios, huertos, jardines o espacios abiertos pueden proporcionar la mayor cantidad de luz solar y energía posible.

También es necesario considerar el clima del espacio exterior, y si tendrás la capacidad de mantener tus plantas calientes en caso de caídas de temperatura; o proporcionar sombra para evitar el sobrecalentamiento en los días de exceso de calor. Lo mismo ocurre con la lluvia y con proporcionar cobertura a las plantas durante largos períodos de precipitación para evitar el crecimiento de moho.

Una vez que hayas considerado la mejor ubicación para tus plantas, la siguiente decisión que deberás tomar es programar tus cultivos correctamente. Para ello debes tomar algunas decisiones.

¿Cuándo empezar? Fechas estacionales que debes conocer

Es importante comenzar en el momento adecuado para que las plantas tengan tiempo de madurar y florecer antes de que el clima se vuelva demasiado frío, pero el “momento adecuado” exacto depende de dónde vivas. Obviamente, querrás comenzar a plantar en la primavera, pero debes verificar los promedios de temperatura en tu área para saber cuándo hacerlo exactamente.

El cannabis tiende a preferir el mismo tipo de temperaturas exteriores que les gusta a la gente: alrededor de 20-30 °C. Es una planta que se considera tolerante al calor, pero los máximos sostenidos (superiores a 30 ºC) y los mínimos extremos (por debajo de 15 ºC) generalmente provocarán complicaciones que eventualmente podrían matar las plantas.

Además de la temperatura, necesitas saber cuánto duran los días a lo largo de todo el año, algo que cambia tanto con la latitud como con la estación. Una vez que tus plantas comiencen a recibir menos de 15 horas de luz solar al día, entrarán en su fase de floración para producir cogollos. Por tanto, existen algunas fechas a tener en cuenta:

• Equinoccio de primavera: ocurre el 20 de marzo y en este momento el Sol cruza el ecuador celeste, lo que marca el primer día oficial de la temporada de crecimiento. Muchos cultivadores creen que es el momento ideal para la germinación de las semillas, lo que debería tardar entre 2 y 7 días.
• Solsticio de verano: ocurre el 21 de junio y marca el momento en que la inclinación de la Tierra hacia el Sol es máxima, por lo que tus plantas deberían comenzar a alcanzar grandes alturas, asegurando que estén expuestas a la máxima luz solar. También se recomienda podar, defoliar o entrenar las plantas en este momento.
• Equinoccio de otoño: desde el solsticio de verano hasta el equinoccio de otoño, que se produce el 22 de septiembre, tus plantas ganarán peso a medida que los cogollos se engorden con resina. Debes esperar al menos hasta esta fecha para comenzar a cosechar, justo antes de que comiencen las primeras heladas del otoño.

¿Dónde colocar tus plantas de cannabis?

A la hora de determinar la ubicación de tus plantas, existen tres factores principales que debes tener en cuenta:

– Luz. Para asegurarte de que tus plantas crezcan lo más posible durante su etapa vegetativa, debes maximizar la cantidad de luz que reciben durante el día: si vives en el hemisferio norte, intenta encontrar un lugar orientado al sur con al menos 6 horas de insolación directa. Si no puedes encontrar el lugar perfecto, cultivar variedades autoflorecientes puede ser la mejor opción.

– Exposición. Si bien un poco de lluvia puede ser útil para evitar algunos riegos, recuerda que la humedad excesiva durante demasiado tiempo puede provocar moho y hongos; y no querrás que llueva sobre tus plantas mientras están floreciendo. Si no deseas invertir en un invernadero y sabes que se avecina mal tiempo, puedes usar láminas de plástico como protección contra el viento y como forma de protegerlas de la lluvia.

– Visibilidad. En muchas zonas donde es legal cultivar cannabis, es ilegal cultivarlo en lugares donde las plantas puedan ser visibles desde lugares públicos, como la calle frente a tu casa. Sin embargo, incluso si no necesitas preocuparte por esta ley en particular, debes intentar mantener un perfil bajo: el robo de plantas puede ser un gran problema, especialmente en otoño, cuando la planta está floreciendo. También puedes cultivar variedades autoflorecientes para mantener las plantas pequeñas o utilizar un entrenamiento de bajo estrés para alentarlas a crecer anchas en lugar de altas.

Los mejores consejos para cultivar cannabis de manera sencilla

Ahora que tienes los conceptos básicos sobre dónde y cuándo cultivar, es hora de aprender a hacerlo fácilmente. Recuerda que encontrarás información más exhaustiva pinchando en cada uno de los enlaces que te proporcionamos.

Planifica con anticipación

Si crees que puedes simplemente arrojar algunas semillas al suelo y considerarte un gran cultivador, piénsalo de nuevo: cultivar cannabis en exterior requiere cierta planificación. Eso incluye:

• Elige la variedad más adecuada para un clima particular. A las plantas sativas les gustan las altas temperaturas y los veranos largos, por lo que prosperan cerca del ecuador. Si vives en climas del norte como Alemania, los veranos son más cortos y las plantas que no maduran rápidamente pueden arruinarse por las lluvias/heladas antes de poder cosecharlas. Por este motivo, las variedades con dominancia indica y las autoflorecientes funcionan mejor en este tipo de latitudes. Si estás en un clima que tiene un período de luz diurna más corto, deberás elegir una cepa que tenga un ciclo de vida más corto. Si intentas ser discreto, quizás quieras elegir una variedad que tenga poco olor o que tenga una altura más corta.
  Decide si cultivarás en el suelo o en macetas. Plantar en el suelo permite que las raíces crezcan más gruesas y profundas, para un soporte aún más fuerte y una mayor absorción de nutrientes y agua. Sin embargo, al plantar en el suelo, no podrás mover la planta cuando sea necesario. Cuando cultives en macetas, ten en cuenta que las plantas de cannabis necesitarán como mínimo las de 10 litros para evitar que se atasquen las raíces y favorecer un crecimiento saludable. Evita las macetas de barro, ya que pueden ser costosas, pesadas y retener calor que podría secar la tierra. Las macetas de tela son la solución más eficaz, ya que permiten un amplio drenaje y suficiente oxígeno para llegar a las raíces.
• Elige el medio de cultivo. La tierra de calidad debe ser oscura, rica en nutrientes y tener una textura ligera y esponjosa, capaz de retener agua, pero también permitir el drenaje de cualquier exceso. Las mezclas de tierra orgánica para macetas funcionarán bien, pero los cultivadores más avanzados prefieren mezclar su propia ‘súper tierra’ orgánica desde cero. Esto les permite alimentar menos a sus plantas, reduciendo los nutrientes que necesitarán comprar durante todo el ciclo de crecimiento. El suelo en sí debe ser ligeramente ácido con un pH de alrededor de 6.
• Selecciona el mejor régimen de alimentación. Durante la fase vegetativa, las plantas necesitan más nitrógeno para poder crear las raíces y hojas que sirven de base para la floración. Durante el inicio del ciclo de floración, las plantas necesitarán más fósforo y potasio que nitrógeno. Hacia el final del ciclo de floración, una vez agotado la mayor parte del nitrógeno, las plantas centrarán su atención en aprovechar los nutrientes restantes.

Cronometra cada etapa de desarrollo

Si estás cultivando a partir de semillas, la etapa de plántula tarda alrededor de dos semanas antes de que las plantas pasen a su etapa vegetativa, donde permanecerán al menos de 4 a 6 semanas con la mayor cantidad de luz para que crezcan lo más grande y saludable posible antes de que comiencen a florecer cuando los días se hacen más cortos. En general, es mejor comenzar la germinación desde marzo hasta principios de mayo para garantizar que las plantas estén listas para florecer antes de que llegue el equinoccio de verano en junio.

Gestiona el mantenimiento

Al igual que el cultivo de interior, las plantas de exterior estarán sujetas a mantenimiento para lograr un crecimiento y una salud óptimos. Eso incluye riego y alimentación regulares; o entrenamiento mediante podas o defoliación para una exposición y soporte óptimos.

La cantidad de agua que necesita una planta depende en gran medida de su tamaño, de la capacidad de la maceta, del tipo de suelo y de las condiciones ambientales generales. Y cambiará a lo largo del ciclo de vida de una planta, pero siempre es mejor regar frecuentemente en pequeñas cantidades, esperando a que el sustrato se seque, que regar mucho, encharcar la maceta y correr el riesgo de pudrición de las raíces.

La protección contra el viento también es importante: considera utilizar estructuras como muros, cercas o pantallas para bloquear el viento. Usa tutores para proporcionar soporte físico o planta otras especies más robustas alrededor para ayudar a reducir la velocidad del viento extremo; e incluso considera podar las plantas para reducir su superficie expuesta para prevenir daños estructurales.

Además, será importante mantener el control de plagas. Se pueden introducir insectos depredadores como mariquitas, para defenderse de plagas comunes como pulgones y moscas blancas. La plantación complementaria de especies como albahaca o eneldo también es otra forma común de prevenir infestaciones.

Por último, pero no menos importante, agregar hongos micorrízicos al suelo puede ayudar a proteger contra microorganismos dañinos, mientras que las cercas y el alambre de gallinero pueden ser barreras para animales más grandes, como conejos, ardillas, etc.

Prepárate para la cosecha

En la etapa final del cultivo es fundamental cronometrar la cosecha para cortar las plantas, lo que ocurrirá desde mediados de septiembre hasta mediados de noviembre, dependiendo del clima de la región. Las plantas tendrán algunos indicadores de estar listas para cosechar, como la transformación del color de las hojas, los cambios de los pistilos o la translucidez de los tricomas, que empiezan siendo lechosos, se vuelven ámbar y finalmente marrones. Muchos dicen que el momento ideal para cosechar es cuando alrededor de la mitad (50%) de los tricomas son de color ámbar. Demasiado claro y puede ser demasiado pronto (pero puede producir un efecto más energético). Demasiado marrón y los cannabinoides pierden su potencia (aunque algunos pueden preferir un poco menos de psicoactividad).

Conclusión

Con la tecnología actual, es más fácil que nunca cultivar cannabis en interiores. Pero, suponiendo que la temporada lo permita, no hay nada mejor que la simplicidad de cultivar pocas plantas al aire libre con luz solar natural. Elige el momento adecuado para empezar, planta tus semillas Kannabia ¡y disfruta de tener una excusa perfecta para pasar un poco más de tiempo con todo lo que puede ofrecerte la naturaleza!