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¿Qué son los munchies?

Por: Contributor Cultura

Si eres usuario de cannabis, es posible que te hayas encontrado cara a cara con los ‘munchies’, el deseo irresistible de alimentos salados, dulces o grasos ricos en carbohidratos que se experimenta al consumir marihuana. Pero, ¿a qué se deben exactamente esos antojos? ¿Por qué suceden? Bueno, puedes echarle la culpa al ingrediente activo de la marihuana, el tetrahidrocannabinol o thc. Y, por supuesto, ¡a nuestro cerebro!

Si acabas de fumar un poco de marihuana, probablemente no pase mucho tiempo antes de que estés devorando toda la comida basura que tienes a la vista. Bueno, no estás solo, porque si hay una imagen clásica asociada con el cannabis, es la de un fumador con ganas desaforadas de comer, ya que uno de los efectos de la marihuana más comentados es el aumento del apetito, más conocido como ‘munchies’. 

Este término proviene de la palabra «munch» en inglés, que significa comer de forma rápida y generalmente en grandes cantidades. Se cree que esta expresión se popularizó en la década de 1970 con la creciente influencia de la marihuana en la contracultura de la época. Y es que la marihuana puede provocar antojos feroces y mejorar el disfrute de la comida. ¿Pero, por qué? Analicemos la explicación que ofrece la ciencia actual.

¿Por qué tengo hambre cuando consumo marihuana?

Los dos componentes más comunes del cannabis son el cannabidiol (CBD) y el tetrahidrocannabinol (THC). El THC es el compuesto más psicoactivo y, en última instancia, la causa de los ‘munchies’. Y los investigadores creen que existen varias posibles razones para ello.

Una de ellas es porque el THC puede elevar los niveles de dopamina, un neurotransmisor que está relacionada con la sensación de placer y satisfacción. Por lo tanto, se libera durante actividades placenteras, como tener relaciones sexuales,  disfrutar de una actividad recreativa o comer alimentos deliciosos. Gracias a la influencia de la dopamina, experimentamos una sensación de recompensa interna especialmente potente cuando comemos algo salado, dulce o muy saciante. 

Pero dentro del sistema de recompensa del cerebro, es necesario mirar más en profundidad. El THC afecta fisiológicamente al cuerpo humano estimulando específicamente el sistema endocannabinoide. Y, según un estudio de 2014 publicado en Nature Neuroscience Journal, aunque el THC interactúa con los receptores de todo el cuerpo, el efecto de los ‘munchies’ es causado específicamente cuando el THC se une a los receptores del bulbo olfatorio, que se encuentra en la parte frontal del cerebro, en la base del lóbulo frontal, y que es la parte que regula cómo hueles, saboreas y sientes los alimentos. 

Entonces, cuando el THC se une a los receptores allí, hace que la comida huela mejor y tenga un sabor más delicioso, lo cual es parte del fenómeno de los ‘munchies’. Básicamente, el THC funciona dentro de tu cerebro para hacer que tu cuerpo sienta hambre, incluso cuando no la tiene.

Más concretamente, al unirse parcialmente al receptor cannabinoide tipo 1 (CB1) y activarlo, el THC aumenta el apetito. Pero en los diferentes tejidos corporales que ocupan, los receptores CB1 actúan de formas ligeramente diferentes, varias de las cuales también aumentan el apetito. Así, los receptores CB1 pueden encontrarse en las siguientes áreas:

  • Los ganglios basales, donde pueden mejorar el placer de comer.
  • El prosencéfalo límbico, donde pueden mejorar la palatabilidad (la cualidad de ser agradable al paladar) de los alimentos.
  • El hipotálamo y el rombencéfalo, dos secciones del cerebro que ayudan a regular la ingesta de alimentos.
  • El estómago y el intestino delgado, que regulan la grelina.

También sientes hambre porque está demostrado que la marihuana puede tener un impacto en esta hormona secretada por el estómago llamada grelina, que acelera la digestión. La grelina le indica al cerebro que tu cuerpo tiene hambre y estimula su apetito. Y el THC tiene la capacidad de liberar grelina a través de varios mecanismos conocidos. 

Por tanto, toda esta combinación de procesos bioquímicos que ocurren tanto en nuestro cerebro como en nuestro estómago hacen que, cuando consumimos marihuana, incluso un triste pepinillo encurtido pueda parecernos un solomillo de buey de Kobe.

¿Cuánto puedo comer tras consumir marihuana?

También el hambre que sientas depende de la cantidad de marihuana que hayas consumido. Cuando fumas un porro, el nivel de THC en la sangre es mucho más alto y provoca más ‘munchies’ que si comieras un comestible. Debido a que los comestibles deben digerirse, cualquier alimento que ya esté en tu sistema ralentizará la absorción de THC hasta que finalmente llegue al cerebro. Por eso la inhalación puede tardar de 5 a 10 minutos en surtir efecto, mientras que la ingestión puede tardar hasta dos horas.

Para colmo, el método de consumo de THC (inhalación, oral, sublingual o rectal) también puede afectar la ingesta calórica y podría influir en la elección de alimentos (preferencia por alimentos dulces, salados, ácidos o amargos). Por ejemplo, en los estudios los supositorios condujeron a una mayor ingesta calórica diaria que las cápsulas orales. Las diferencias en la estimulación del apetito se deben principalmente a diferencias en la potencia de la cepa y la tasa de absorción, dos factores modulados por el método de consumo, el consumo conjunto de otras sustancias y la tolerancia del sujeto. 

¿Qué son los munchies?
Si acabas de fumar cannabis, te recomendamos no mirar esta foto (¡demasiado tarde!)

¿Qué debo comer cuando me atacan los ‘munchies’?

Cuando tienes ganas de comer, la marihuana tiende a mejorar la naturaleza gratificante de los alimentos que comes. A nuestro cerebro le encantan las grasas, las sales y los azúcares ricos en calorías. Pero la ciencia de lo que anhelamos es en realidad relativamente sencilla, porque los alimentos ricos en calorías, grasos y azucarados pueden desencadenar importantes sensaciones de recompensa en el cerebro por sí solos, por lo que combinar estos alimentos con marihuana puede generar una dosis extra de dopamina. Es por eso que cuando te apetece comer, siempre buscas esa bolsa de papas fritas o esa porción de pizza que puede llevar tus papilas gustativas a un paseo en una alfombra mágica. 

Lo ideal sería comer frutas, verduras y cereales. Por eso, para satisfacer esos ‘munchies’ inducidos por el cannabis, intenta elegir opciones más saludables que aún contengan azúcares o sales, como guacamole, nueces, sushi, sandía, bayas, hummus con palitos de verduras o incluso burritos de frijoles saludables, que son alternativas satisfactorias al embutido, los helados o las rosquillas. 

Porque cuando estás colocado, puede parecer imposible detenerte donde te lleve el estómago, pero es recomendable ser preventivo y establecer tus refrigerios con anticipación para no elegir los alimentos menos saludables. Tener una variedad de opciones sanas a mano significa que es menos probable que te conviertas en el monstruo de las galletas.

¿Pueden los ‘munchies’ ser algo bueno?

Esta pregunta es interesante, ya que algunas personas ven los ‘munchies’ como un problema, porque no necesariamente quieren comer más calorías de las que necesitan. Pero para los pacientes que tienen una necesidad de aumentar su apetito, es una medicina realmente poderosa. 

Tenemos la imagen estándar de un enfermo de cáncer que recibe quimioterapia y fuma marihuana para poder comer. O de un paciente de VIH con pérdida de peso que ha encontrado solución a su falta de apetito gracias a la marihuana. Pero existe un amplio espectro de dolencias relacionadas con el hambre para las que esto puede resultar útil, que pueden ir desde el glaucoma a la colitis y llegando, por supuesto, a la anorexia nerviosa. 

¿Cómo evitar los ‘munchies’?

Si deseas evitar estos antojos, existen algunas técnicas comprobadas para lograrlo. Por ejemplo, podrías intentar comer una comida nutritiva y satisfactoria antes de consumir cannabis: tener el estómago lleno significa que es menos probable que seas víctima de ataques de ‘munchies’. Cepillarse los dientes también ayuda, ya que un aliento fresco y mentolado será un freno para tu cerebro que impida que te pongas fino de nachos con queso. También puedes intentar distraerte escuchando música, saliendo a caminar o haciendo otra forma de ejercicio que disfrutes.

Por último, mientras que el THC aumenta el apetito, otros cannabinoides parecen tener el efecto contrario. El CBD puede suprimir el apetito, al igual que el THCV, que se ha ganado el nombre de «hierba dietética». Así que si buscas frenar el hambre cuando te colocas, las cepas con alto contenido de THCV, o variedades con proporciones equilibradas de CBD y THC (como pueden ser nuestra BCN Diesel CBD) pueden ayudarte a experimentar el subidón de THC, pero sin provocar que te des un festín contraproducente si estás haciendo esfuerzos para evitar aumentar de peso.

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