¿Qué es la prefloración del cannabis? Cuándo, cómo y por qué

La etapa de prefloración de una planta de marihuana es un período crítico en su ciclo de vida. Esta fase, que dura de 2 a 3 semanas, suele ocurrir después de la etapa vegetativa y antes de la etapa de floración propiamente dicha; y durante este tiempo la planta comienza a desarrollar sus órganos sexuales, lo que determinará si producirá cogollos o polen. Por tanto, es importante comprender esta etapa para poder optimizar el rendimiento final de tu cultivo de cannabis.

Cualquiera que alguna vez haya comprado semillas de cannabis sabe que los tiempos de floración son una característica importante de las variedades, ya que se pone en marcha el cronómetro para determinar cuándo se pueden obtener las máximas recompensas para los cultivadores: la preciada cosecha. Y es que esta es la etapa en la que todo el amor y la atención invertidos en la fase vegetativa anterior empiezan a dar sus frutos. De forma lenta, pero segura, las plantas femeninas comienzan a revelar sus flores a medida que se preparan para acumular los grandes cogollos que emergerán de entre las hojas.

¿Cuándo se produce la prefloración?

En la naturaleza, las plantas de cannabis fotoperiódicas pasan de la fase de crecimiento a la de floración cuando «notan» que los días empiezan a acortarse. Esto sucede a partir del día más largo del año, en el solsticio de verano, que ocurre alrededor del 21 de junio en el hemisferio norte. Este es un punto de inflexión en la naturaleza: el otoño se acerca y, para las plantas perennes como el cannabis, eso significa que es hora de comenzar a producir descendencia y florecer.

En interior, las plantas no sienten cómo cambian las estaciones, por lo que los cultivadores deben impulsar a su cannabis para que pase a la fase de floración. Esto se hace reduciendo las horas de iluminación proporcionadas por sus luces de cultivo. El cambio suele implicar cambiar los tiempos de exposición de 16/8 (dieciséis horas de luz seguidas de ocho horas de oscuridad) a 12/12 (doce horas de luz y doce horas de oscuridad).

El mejor momento para hacer el cambio depende de la cepa involucrada y de las intenciones del cultivador. La gran excepción a este procedimiento son las variedades de cannabis autoflorecientes, que determinan cuándo iniciar su fase de floración de forma autónoma.

((Platinum Cookies x GDP) x Blue Power) x Gelatti

Apple & Bananas

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Semana 1 de prefloración: el cambio de fotoperiodo

Dependiendo de las circunstancias, una vez que las plantas de cannabis ‘saben’ que es el momento de pasar a la fase de floración, una hormona llamada fitocromo, que se produce tan pronto como las semillas germinan, es «suprimida» por el espectro de luz roja que se encuentra tanto en el sol como en las lámparas artificiales durante las largas horas de luz del día.

Una vez que las plantas reciben al menos 11 horas de oscuridad ininterrumpida (ciertas variedades sativa pueden requerir 12 horas o más), se activan niveles críticos de fitocromo y, después de aproximadamente 5 días en este estado, las plantas reciben la señal para pasar a la etapa de floración.

También la producción de otras hormonas de la planta cambia, con una disminución de las auxinas y un aumento de, por ejemplo, las citoquininas y las giberelinas. Estos cambios hormonales desencadenan el desarrollo de nudos florales.

Una vez que se realiza el cambio en el ciclo de iluminación, se desencadena una reacción de pánico en la planta y comienza a crecer mientras produce cogollos al mismo tiempo. En este punto, muchas variedades comenzarán a estirarse rápidamente durante un par de semanas antes de pasar por completo a la etapa de floración.

Aparte de esto, apenas se notan cambios visibles durante la primera semana de prefloración. Este también es un buen momento para considerar ciertas técnicas de entrenamiento, ya que el cannabis requiere tiempo para recuperarse del estrés. Las técnicas de entrenamiento de bajo estrés (LST) son ideales para esto, ya que no causan ningún daño importante y permiten una máxima penetración de la luz en los brotes de floración mientras se aplana el dosel.

Semana 2: primeros signos de floración temprana

Es en la segunda semana donde las plantas de marihuana en flor comenzarán a manifestar físicamente su nueva fase del ciclo de vida, aunque todavía queda camino por recorrer antes de que los cogollos sean visibles. Y uno de los primeros signos de la etapa de prefloración es la aparición de preflores.

Las preflores son versiones pequeñas y subdesarrolladas de las flores que luego se convertirán en capullos. Alrededor de la segunda semana después del cambio en el ciclo de iluminación (o aproximadamente la semana número 4 en las autoflorecientes), pequeños pelos blancos conocidos como pistilos comienzan a emerger del lugar donde las hojas en forma de abanico sobresalen del tallo principal de la planta. Estos lugares se conocen como sitios de floración.

Realmente no son pistilos, sino sus estigmas. Los pistilos son órganos reproductores femeninos destinados a recibir el polen esparcido por las plantas masculinas (el cannabis se reproduce mediante polinización aérea). Así que alrededor de los nudos donde crecen los pistilos, empezarás a notar el desarrollo de unas pequeñas bolitas verdes llamadas brácteas, que son los primeros signos del brote real. Y de esas brácteas es de donde surgirán dos pequeños “pelos” blancos, que son los estigmas, una superficie pegajosa que captura el polen de las plantas masculinas para su fertilización, los encargados de recibirlo y llevarlo hasta el óvulo del pistilo.

Por otro lado, las plantas masculinas desarrollan sacos de polen que se asemejan a pequeñas bolas ovaladas que cuelgan de los nudos de la planta. Estos sacos eventualmente se abrirán dejando ver sus estambres y liberarán polen al aire, que puede viajar una distancia considerable, polinizando potencialmente las plantas femeninas cercanas.

Si tu planta produce sacos de polen en lugar de pistilos, significa que tienes machos en tu cultivo y debes deshacerte de ellos lo antes posible para evitar el desarrollo de semillas y maximizar la producción de flores. Algo de lo que no te tendrás que preocupar si utilizas semillas feminizadas de Kannabia, ya que producen únicamente plantas de cannabis hembra, minimizando el riesgo de polinización y facilitando la obtención de cogollos sin semillas.

Semana 3: los cogollos comienzan a desarrollarse

Después de dos semanas de prefloración, también empiezan a surgir pequeñas hojas de azúcar alrededor de los pistilos, que forman parte de los cogollos que compondrán el rendimiento final de la cosecha. En esta etapa, tus plantas de cannabis no habrán dejado de crecer por completo y podrían ser hasta un 50% más grandes de lo que eran antes del cambio de iluminación. Los nuevos tallos y hojas se vuelven más evidentes en la tercera semana de floración y se pueden ver más pistilos emergiendo de los nudos de las colas principales.

Las plantas todavía se están estirando en este punto y todavía son bastante flexibles, por lo que si aún no has esculpido mucho su forma, esta sigue siendo una buena oportunidad para trabajar en ese dosel plano que puede aumentar tu rendimiento hasta un 60%.

Hacia el final de la tercera semana de prefloración, es posible que empieces a notar que van tomando forma esos «mini-cogollos». Y al mes de empezar la floración, el crecimiento vegetativo se habrá detenido (más o menos), lo que significa que las plantas dedicarán casi toda su energía a la producción de flores.

Lo que requiere el cannabis en la fase de prefloración

Aquí es también cuando debes estar atento a cualquier desequilibrio de nutrientes que pueda impedir el desarrollo de estos cogollos. Como regla general, debes mantener un esquema de alimentación minimalista (recuerda que menos siempre es más). Pero a lo largo de la fase de floración, el cannabis tiene necesidades diferentes a las de la fase vegetativa anterior: mientras que la principal necesidad solía ser el nitrógeno para crecer, tu planta necesitará más fósforo, potasio, calcio y otros minerales y oligoelementos para alcanzar su máximo poder floral.

También recuerda que el cannabis absorbe mejor los nutrientes en ambientes ligeramente ácidos (pH de 6,0 a 7,0 en el suelo y de 5,5 a 6,5 ​​en hidroponía). Vigilar de cerca los niveles de pH te ayudará a evitar quemaduras y toxicidad, ya que las plantas con flores son más vulnerables a las sobredosis de nutrientes y no se recuperarán tan bien como los ejemplares en crecimiento.

Obviamente, el agua es otra necesidad constante. La marihuana requiere menos humedad durante la etapa de floración, así que solo riega las plantas cuando utilicen la mayor parte del agua disponible en el medio. Puedes evaluar la situación metiendo un dedo en el sustrato en los 2-4 cm superiores: deben sentirse secos entre los riegos. Y si la tierra tarda más de 3 a 4 días en secarse, es posible que tengas problemas de drenaje, por lo que deberías añadir materia orgánica o hacer agujeros adicionales en la maceta.

Por último, las plantas necesitan calor y humedad moderados mientras crecen los cogollos. El rango de temperatura apropiado es de 21 a 26 °C durante el día y de 18 a 23 °C durante la noche. Por otra parte, los cultivadores experimentados pueden mantener las noches a 12-14 °C en las últimas semanas de floración para resaltar la coloración púrpura de las variedades.

Disminuir la humedad también es clave para conseguir cogollos densos. Inicia esta etapa con un 55% de humedad relativa y redúcela un 5% en cada semana siguiente del ciclo de vida: debe ser del 35-40% durante los últimos diez días antes de la cosecha.

En resumen…

La etapa de prefloración es un período crítico en el ciclo de vida de una planta de marihuana. Comprender esta fase y proporcionar a las plantas las condiciones de crecimiento adecuadas puede ayudar a garantizar un desarrollo saludable, lo que conducirá a una cosecha exitosa. Si has mostrado paciencia, atención al detalle y has dado a tus plantas un poco de cariño, entonces deberías haber dominado la etapa de prefloración y ahora estás armado con todo el conocimiento necesario para convertir tus semillas de cannabis en plantas enormes con hermosos cogollos.